Cristóbal Guerra
(San Juan, PR & New York)

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Farifo, 2013

Digitzed VHS tapes form a visual dreamscape where the artists seeks to give new meanings to words overheard during childhood that shaped a fear they might still be working through.


︎ESPAÑOL


Cintas VHS digitalizadas forman un paisaje onírico visual en el que el artista intenta dar nuevos significados a palabras escuchadas durante la infancia que dieron forma a un miedo que aún puede estar superando.



︎︎︎TEXTO︎︎︎

Esto no es un texto académico. Esto es un algarete exploratorio sobre los conceptos patos de maricones confundidos. Esto es una serie de preguntas interminables sobre lo que es ser un bugarrón, una loca, una mariquita, una damisela. Esto es un estudio en progreso de la identidad a la cual yo quise adherirme, esto es ser un Farifo. Esto es pararse frente a un papel blanco, una pantalla touch y tratar de definir algo indefinible.

Esto es imposible pero es muy cierto.

El Farifo nació en la Honda Odyssey, de las cuchucientas carrozas que guiaba mi padre. Mecánico automotriz, hombre negro e impresionante de la barriada Bitumul. Una imagen de honestidad y respeto. Un hombre hombresote, que decía cosas como “ese que está ahí parece uñaraja” o “yo pensaba que mi hijo me iba a salir farifo porque se pasaba en el balcón con peluca cantando Gloria Trevi".

El Farifo nació en la pileta de la 3ra casa de Plan Ocho en la que viví con mi madre cuando ella me decía que me iba a mandar a la escuela en falda pa que se rieran de mí si seguía con mis paterías.

Esto no es una autobiografía, es un llamado profundo hacia la multiplicidad que creía imposible. Hacia el legado abandonado que alimenta mis deseos de crear. Una retrospectiva melcochosa que involucra identidades aprendidas y desaprendidas.

Esto es el hombrecito asustado que se ligaba las bolas de los novios de su hermana cuando visitaban la casa. El que se untaba perfume como las nenas y aguantaba gritos de su hermano por ser tan mujercita.

Esto no es una memoria triste. Esto es más como una ventana al contexto que informa mi presente. Despatriado por opción propia. Descarrilado por la blancura incesante que funciona como borrón de cultura.

¡Y no estoy hablando de nieve!

Esto no es un culebrón de dolor y pena. Más como un momento en la historia de un pato que quiere más de la vida que vivir en Chelsea o ser un “Daddy” en San Francisco.

Esto no es un manifiesto político. Más como una crítica subjetiva que carga el peso de los géneros grises y las sexualidades ajenas a la “normalidad”, que fallecen día a día de manera violenta bajo la bota del conformismo, bajo el cuchillo de la heteronormatividad, dentro del fuego de la religión, en la profundidad de las aguas de la ignorancia.

Esto es una palabra como cualquier otra.

“Farifo busca Farifo para penetración anal quitasoledad”.

“Farifo busca Farifo para compartir ideas de política radical que no tienen espacio en viajes familiares pa Guavate”.

“Farifo busca Farifo para comer pasteles adornados de teoría queer que incluye la gente negra que me dio mi trigueñura hermosa”.

“Farifo busca...”

Esto no es un boletín “masculino para masculino” esto no es un anuncio anti-loca. Más como una carta de amor para nenes en tacas y nenas con barba.

Esto es más como una receta médica que te impulsa.